Renai Flops: cómo un anime que parece comedia erótica genérica puede engañarte

Juan Afonso
5 min readDec 1, 2022

Cuando se estrenó Renai Flops (Love Flops), supuse que se trataría del típico anime de clase comedia erótica y harem (ecchi), pero la realidad suele sorprender y no siempre de maneras agradables.

Van ocho capítulos emitidos, y el giro que dejó en el último, que se publicó ayer 30 de noviembre, no dejó indiferente a nadie. Es más, fue una absoluta sorpresa.

Voy a diseccionar la serie en 4 partes, que es como he reconocido que está yendo en su emisión. Aviso: esto va a dejar spoilers, así que si te interesa ver este anime, mejor ven a leer este artículo cuando te hayas actualizado.

El clásico ecchi de siempre (capítulos 1 al 4)

Renai Flops nos presenta a Asahi Kashiwagi, un chico que camino a su escuela se topa con cinco muchachas muy atractivas, que de un momento para otro, comienzan a sentir atracción hacia él.

Las chicas son Aoi Izumisawa, Amelia Irving, Ilya Ilyukhin, Bai Mongfa y Karin Istel.

Esto es básicamente lo que cualquier trama ecchi te presenta. Nada nuevo. Cada capítulo son intentos de una de las chicas por intentar ligar con Kashiwagi. Y repito: esto se vio mucho en esas comedias eróticas de siempre, más en las del período 2009–2011, donde hubo obras que aun hoy se recuerdan.

En dos de estos capítulos (3 y 4) vemos cuánto acercamiento llegan a tener Amelia e Ilya (que en realidad era una chica fingiendo ser un chico). Hasta aquí, las cosas eran lo típico.

Cosas raras (capítulos 5 y 6)

La tónica de la comedia ecchi se mantiene, pero estos dos capítulos nos muestran el acercamiento entre Mongfa y Karin, pero con situaciones que terminaron siendo muy raras.

Lo ecchi se mantenía a modo de que nadie hiciera preguntas. Estos dos fueron capítulos muy cómicos, no se puede negar eso, pese al ruido que hicieron esas tramas, pues fueron demasiado lejos con ponerse raras.

Lost ¿Eres tú? (Capítulo 7)

La mitad de este capítulo es un viaje a la playa con más ecchi del que ya nos habían mostrado, pero sin previo aviso, la otra mitad se empieza a tornar misteriosa, y dejando de lado toda la comedia erótica que nos estuvieron presentando en más de seis episodios.

De pronto, todas las chicas y el amigo de Kashiwagi desaparecieron, y en su lugar, aparece una chica bastante parecida a Aoi, pero de la que ninguno de los espectadores tuvimos una idea sobre de dónde apareció, y por qué parece una homicida en potencia.

Al final, las cosas se tornan más confusas con mensajes de error de alguna aplicación computarizada y así acaba ese capítulo; con mucha confusión en el medio.

Esto me recordó en parte a Lost, donde de pronto algo misterioso se aparece y uno solo quiere respuestas.

El baño terrible de realidad (Capítulo 8)

Creo que no me equivoco en decir que a partir de este capítulo, Renai Flops se agarra un poco de The Last Of Us o de Silent Hill 2 para darnos un giro de trama que nos dejará sin saber cómo reaccionar.

Kashiwagi despierta en su casa y va a su escuela solo para no encontrar a las chicas y ver que nada es como lo que estuvo viviendo por varios meses.

Es aquí donde se le revela la verdad a Kashiwagi, a quien la cara le cambió de repente por todo el capítulo, y está todo lejos de ser la divertida comedia erótica que estuvo protagonizando.

Resulta que Kashiwagi era participante de un experimento que involucra inteligencia artificial y mundos virtuales. Los científicos de la empresa buscaban perfeccionar la IA a través de clichés salidos de cualquier ecchi. Las chicas que conoció Kashiwagi no eran reales, eran personajes que equipos de científicos crearon a partir de varios datos.

Lo sucedido en el capítulo 7, y que la científica que vigilaba la actividad de Kashiwagi, es que Aoi lo sacó de repente del programa y sin un motivo aparente. Por eso, el chico quedó tan confundido.

Esto dejó profundamente deprimido a Kashiwagi, pero lo que realmente lo terminó de abatir fue saber algo más rudo todavía: la IA estaba enteramente basada en la personalidad de una amiga de la infancia de Kashiwagi; Ai Izawa, quien había muerto años atrás a causa de una enfermedad terminal.

Esto, sumado al ending, debió sacarle lágrimas a más de uno.

Pasar de una comedia erótica a un drama tan profundo, no era algo que alguien tuviera en los papeles, por más que diga que algo vio venir.

Pero esto apenas está empezando, y la escena post créditos indica que las cosas serán más rudas y cualquier situación nos debemos esperar.

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Juan Afonso

Soy periodista, escritor (a veces). // I’m journalist, writer (sometimes).