Juan Afonso
3 min readJul 13, 2021

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Risa e indiferencia

Lo del título es básicamente lo que tuve cuando ayer el Sebin se llevó q Freddy Guevara, y la FAES casi se llevan a Guaidó, en un espectáculo que me pareció más bochornoso que los anteriores.

Y no he sido el único. En esta y otras redes sociales, el sentimiento de muchos ante ambas noticias ha sido el mismo, y es imposible que se pueda culpar al ciudadano por sentirse así con una presunta dirigencia opositora, y digo presunta porque hay más dudas que certezas sobre su causa, y hay mucha evidencia sobre su errado accionar, su deshonestidad y su falta de resultados y falta de rendición de cuentas.

Allá todavía quedarán algunos periodistas, influidores, que expresan solidaridad por el millonésimo acto de Maduro contra las libertades (las poquísimas que aun quedan), algo que muchos vimos que ocurriría, porque la palabra del bigotón vale menos que el hiperdevaluado bolívar, pero que la dirigencia opositora, llena de supuestos expertos, no vio venir jamás.

Lo detestable es que algunos están tratando de hacer sentir mal a quienes vemos todo esto con mucho escepticismo, y repito, todo por la deshonestidad del dizque movimiento opositor. Y la falta de honestidad empieza por esos políticos que se fueron del país declarándose perseguidos, pero ahora regresan como si se hubieran tomado un año sabático en el extranjero, o con esos que no pueden probar dónde están los fondos de la ayuda humanitaria y qué se está haciendo realmente con ese dinero. Hay desinformación al respecto, pero ellos tampoco rinden cuentas o evaden el tema, y así es fácil que se genere cualquier matriz de opinión.

Vuelvo a poner en duda la condición de opositores, porque puedo, y porque ellos mismos y sus acciones han demostrado que no parece que de verdad se opongan a esto. En diciembre hicieron una "consulta popular" con la que estuvieron fastidiando a la gente los meses previos, y aunque se animaron algunos a participar, la dirigencia está haciendo cosas que NUNCA se plantearon allí, como ese "acuerdo de salvación nacional" (que nadie sabe a ciencia cierta en qué consiste), y una ronda de negociaciones y diálogo con el chavismo que ya muchos sabemos cómo va a terminar, todo con la promesa de que se levanten algunas sanciones, cosa que ya está empezando a suceder. Y todavía hay quien se enoja porque la gente cree que la oposición oxigena al chavismo.

Culpar a la gente por restar importancia al arresto de Guevara (con cargos inventados, eso sí), es de tarados. Creer que los vecinos evitaron que la FAES se llevaran a Guaidó, es verle a la gente la cara de estúpidos. Y eso no hace más que incrementar la apatía de la gente.

Los dirigentes opositores, tanto del ministerio chavista de oposición, como del gobierno imaginario sin control de nada, tienen la misma meta: ir a elecciones y aceptan cualquier cosa que represente una muy pequeña garantía de ello, pero la gente realmente espera que el PSUV ya no sea una opción, por cosas más que probadas en quienes integran ese partido. Y esa garantía no se tiene, así que es fácil ver que en noviembre la gente irá a cualquier lado (si es que está vacunada ya) antes que a un centro de votación, y ni hablemos de los que pretenden impulsar un referendo revocatorio, porque esos son más ilusos todavía.

Del chavismo ya se dijo todo, así que deja de estar diciendo que "ellos son el enemigo", "habla y acúsalos a ellos y no ataques a nuestros líderes", porque de ese otro lado hay una falta de rendición de cuentas terrible, y mientras eso siga así, nadie volverá a tomarlos en serio, y se seguirá yendo gente de Venezuela.

Y cada vez se está yendo mucha más gente, más que para huir del colapso del socialismo, lo hacen para desintoxicarse de todo lo que tenga que ver con política nacional. Y no se puede culpar a la gente con eso. Piénsalo cuando el chavismo se lleve a otro antes de abrir la boca para defender lo indefendible.

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Juan Afonso

Soy periodista, escritor (a veces). // I’m journalist, writer (sometimes).